Mastitis en vacas lecheras
La mastitis es una enfermedad que provoca una inflamación severa de la glándula mamaria y el tejido de la ubre en el ganado lechero. Generalmente ocurre como una respuesta inmunitaria ante la invasión bacteriana del canal del pezón, pero también puede ser causada por lesiones químicas, mecánicas o térmicas en la ubre. La mastitis puede presentarse como mastitis clínica, fácilmente reconocible, o en su forma subclínica, que tiene pocos o ningún síntoma evidente. Este artículo tiene como objetivo brindar una mejor comprensión del desafío que representa controlar la mastitis para los productores de leche. Siempre consulte a su veterinario para su adecuado diagnóstico y asesoramiento.
Definiciones
¿Qué es la mastitis?
La mastitis es una infección de la ubre causada principalmente por la entrada de bacterias. Una ubre infectada produce menos leche y de menor calidad. El riesgo de la enfermedad aumenta cuando las condiciones de alojamiento y cama son deficientes o cuando no se mantienen los estándares de higiene recomendados en la sala de ordeño. La inmunidad suprimida también puede agravar la aparición de mastitis.
Los casos agudos pueden ser fatales y existe un alto riesgo de daño permanente, lo que afectará no solo la lactancia actual sino también las futuras lactancias.
Síntomas
Cómo reconocer la mastitis clínica
Los síntomas más evidentes de la mastitis clínica incluyen hinchazón leve a severa de la ubre, que estará excesivamente caliente al tacto y presentará enrojecimiento. La ubre también causará molestias a la vaca al ser tocada. En casos severos, la temperatura corporal de la vaca aumentará, y la leche que produzca tendrá un aspecto acuoso y puede contener hojuelas, coágulos, pus o sangre.
Otros síntomas incluyen:
- Reducción en la producción de leche
- Falta de apetito
- Ojos hundidos
- Disminución de la movilidad (debido al dolor en la ubre o a un malestar general)
- Signos de diarrea y deshidratación
En casos graves de mastitis clínica aguda, la vaca puede parecer muy enferma. En contraste, la mastitis subclínica puede no ser evidente de inmediato y mostrar pocos síntomas, aparte de un recuento de células somáticas más alto de lo normal.
Causa y efecto
¿Qué causa la mastitis en una vaca?
La causa principal de la mastitis es una infección bacteriana del canal del pezón, aunque también puede ser provocada por daño físico, químico o térmico al tejido de la ubre.
La mala higiene, ya sea en la sala de ordeño o en las camas de arena, es la causa número uno de infecciones. Los equipos de ordeño mal limpiados o mantenidos son una fuente clave de infecciones, al igual que las camas sucias y húmedas
¿Cuáles son las consecuencias de la mastitis?
Una vaca con mastitis produce leche de menor calidad (con alto recuento de células somáticas) y puede transmitir la infección a otras vacas. Las posibilidades de una recuperación completa de la ubre infectada son limitadas, lo que reduce la producción de leche durante el resto de la lactancia actual y las futuras lactancias. Además, las vacas afectadas tienden a ser menos fértiles y tienen mayor riesgo de partos prematuros.
El control y tratamiento de la mastitis es uno de los mayores costos para la industria lechera y un factor importante en el bienestar del ganado. Las pérdidas incluyen:
- Descarte de leche contaminada
- Reducción en la producción de leche debido a enfermedad y daño permanente en la ubre
- Mayor susceptibilidad a otras enfermedades
- Impacto negativo en la fertilidad
- Costos adicionales de mano de obra y veterinarios para tratar vacas afectadas
- Descarte prematuro y menor longevidad
Soluciones
¿Cómo prevenir la mastitis?
La higiene en el ordeño, la gestión del alojamiento y las camas, y el descarte de vacas crónicamente infectadas pueden ayudar a limitar la enfermedad, al igual que una dieta adecuada para las vacas lecheras.
El manejo efectivo de la mastitis requiere mantener estrictos niveles de higiene en todas las etapas del régimen de las vacas lecheras para mantener los pezones limpios y saludables. Esto aplica tanto para vacas lactantes como para vaquillonas y vacas secas.
Medidas clave para prevenir la mastitis:
- Mantener las camas y áreas de alojamiento lo más limpios posible, renovando las mismas regularmente para reducir el riesgo de contaminación cruzada.
- Manejar el ganado con cuidado para reducir el estrés y evitar que las vacas pasen por áreas donde el estiércol pueda ensuciar excesivamente las ubres.
- Limpiar meticulosamente los equipos de ordeño y revisarlos regularmente para asegurar su correcto funcionamiento y evitar daños físicos en los pezones.
- Evitar el ordeño excesivo para proteger la salud de la ubre.
- Controlar las condiciones de los campos y las vías de acceso para minimizar el riesgo de infecciones en los pezones.

Tratamientos
Tratamientos para la mastitis
El tratamiento y manejo de la mastitis, incluidos los protocolos de secado, representa el mayor contribuyente al uso total de antibióticos en la producción lechera. Por ello, es una prioridad desarrollar e implementar estrategias alternativas que respalden la salud animal y la calidad de la leche, mientras se minimiza el uso de antibióticos.
La administración de OmniGen AF como parte del plan nutricional puede ser una herramienta eficaz para fortalecer el sistema inmunológico de las vacas lecheras. Al mejorar la respuesta inmunitaria, OmniGen AF ayuda a las vacas a afrontar mejor los desafíos que predisponen a la mastitis, favoreciendo una recuperación más rápida y reduciendo el riesgo de infecciones recurrentes. Esto contribuye no solo al bienestar animal, sino también a una producción lechera más sostenible y eficiente.
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